Nuevos lentes para el éxito empresarial: explorando miradas innovadoras
Nos encontramos inmersos en un contexto cada vez más complejo y dinámico. La interconexión global, los avances tecnológicos acelerados, la rápida evolución de los mercados y los cambios sociales profundos son solo algunos de los factores que contribuyen a la creciente complejidad que enfrentan las empresas en la actualidad. Los gerentes se ven desafiados a adoptar nuevas miradas y enfoques para comprender y abordar la complejidad de manera efectiva. Ya no basta con estrategias convencionales. Es necesario desarrollar habilidades de pensamiento sistémico, adaptabilidad y anticipación para sobrevivir y prosperar en este entorno tan desafiante. En este artículo, exploraremos tres miradas fundamentales que los gerentes de empresas deben adoptar para abordar la complejidad del mundo actual.
Formas de comprender y accionar en el mundo organizacional
En primer lugar abordaremos la mirada sistémica, que nos invita a comprender el entorno y las relaciones de la empresa con su ecosistema, reconociendo la interdependencia y los efectos de retroalimentación. También nos ayuda a ver a la organización como un sistema interconectado, considerando las dinámicas internas que influyen en su funcionamiento.
En segundo lugar, exploraremos la mirada evolutiva, que nos permite entender los procesos de cambio y adaptación tanto en la organización como en su entorno, reconociendo la importancia de la evolución continua.
Finalmente, destacaremos la importancia de la meta mirada, que implica la capacidad del gerente para reflexionar críticamente sobre sus propias perspectivas y enfoques, permitiéndole cuestionar y ajustar su mirada cuando sea necesario.
Veamos una por una.
Mirada sistémica
La mirada sistémica nos invita a ver a la organización como un sistema abierto, interconectado y en constante interacción con su entorno. En este enfoque, reconocemos que la organización no opera en un vacío, sino que está influenciada por múltiples factores externos. Por un lado, es crucial entender el impacto que el entorno genera en nuestra organización, considerando las tendencias económicas, políticas, sociales y tecnológicas que afectan el mercado en el que operamos. Además, debemos examinar cómo los cambios en la legislación, las demandas de los consumidores y las dinámicas competitivas impactan nuestras operaciones y estrategias.
Por otro lado, es igualmente importante comprender el impacto que nuestra organización genera en el entorno, abarcando no solo los aspectos económicos, sino también el impacto social y ambiental que tenemos. Debemos evaluar cómo nuestras acciones afectan a la comunidad, a nuestros empleados y a los recursos naturales.
Adoptar esta mirada sistémica externa nos permite entender la interdependencia y los efectos de retroalimentación entre la organización y su entorno, y nos brinda la oportunidad de tomar decisiones más informadas y sostenibles que generen un impacto positivo en todos los stakeholders involucrados.
Ganar una mirada sistémica nos aleja de la visión mecanicista tradicional de las organizaciones, donde se consideraba a la empresa como una suma de partes independientes y predecibles. En cambio, reconocemos que una organización es un sistema complejo e interconectado, donde las diferentes partes interactúan y se influyen mutuamente.
Trabajar desde esta perspectiva nos permite comprender que los departamentos, equipos, procesos y personas dentro de la organización están intrínsecamente entrelazados y funcionan como un todo interdependiente.
Es importante recordar que a menudo los efectos de los cambios o decisiones en una parte de la organización pueden tener consecuencias imprevistas y extenderse a otras áreas, creando un entorno dinámico y en constante evolución. Desde este lente podemos considerar las relaciones, los flujos de información, las interdependencias y las retroalimentaciones entre las diferentes partes de la organización, reconociendo que comprender y gestionar esta complejidad interna es esencial para lograr un funcionamiento armonioso y una toma de decisiones eficaz en la organización.
Mirada evolutiva
La mirada evolutiva nos habilita a reconocer que vivimos en un entorno empresarial cada vez más complejo y cambiante, donde la adaptabilidad y la capacidad de evolucionar son esenciales para sobrevivir y prosperar. En lugar de ver la organización como un destino final o un estado estático, adoptamos la perspectiva de que es un proceso en constante evolución.
Esta perspectiva nos impulsa a abrazar la idea de que la organización y sus procesos son como un prototipo, que requieren mejoras, ajustes y adaptaciones continuas para mantenerse alineados con las demandas del entorno y las necesidades de los stakeholders. Así nos desafiamos a estar en un estado de aprendizaje constante, a experimentar con nuevas ideas y enfoques, a ser ágiles y flexibles frente a los cambios y a fomentar una cultura de mejora continua.
En este paradigma, el fracaso se considera una oportunidad para aprender y crecer, y la innovación se vuelve un motor fundamental para mantenerse relevante y competitivo en un mundo en constante transformación.
Al adoptar la mirada evolutiva, nos abrimos a la posibilidad de cuestionar lo establecido, de reinventarnos y de aprovechar las oportunidades emergentes que nos permitan evolucionar y prosperar en este entorno complejo y dinámico.
Meta mirada
La meta mirada, una capacidad fundamental para los gerentes, implica la habilidad de reflexionar críticamente sobre sus propias perspectivas, enfoques y creencias. No se trata solo de mirar lo que hacen, sino también de comprender desde qué perspectivas están actuando.
Los gerentes que poseen la meta mirada tienen la capacidad de cuestionar y examinar sus propias suposiciones, sesgos y limitaciones para obtener una comprensión más profunda de sí mismos y de cómo sus puntos de vista pueden influir en la toma de decisiones y en las acciones de la organización.
Un ejemplo de aplicación de la meta mirada se da cuando un gerente se detiene a considerar cómo sus experiencias pasadas, su formación académica o su contexto cultural pueden estar influyendo en su visión y en la forma en que percibe los desafíos actuales antes de implementar una nueva estrategia.
Esta capacidad de reflexión le permite al ejecutivo ampliar su perspectiva, considerar diversas opciones y enfoques, y tomar decisiones más informadas y equilibradas. Al desarrollar la meta mirada se fortalece su capacidad de liderazgo, fomentan la innovación y crean un entorno organizacional más inclusivo y receptivo a diferentes ideas y enfoques.
Tres miradas, una conclusión
En el complejo mundo empresarial actual, los gerentes enfrentan desafíos cada vez más diversos y dinámicos. Entonces, es crucial adoptar nuevas miradas y enfoques que nos permitan comprender y gestionar de manera efectiva la interconexión de elementos internos y externos de la organización.
En este mundo en constante cambio, la capacidad de adoptar nuevas miradas y adaptarse se vuelve fundamental para el éxito de las organizaciones y para la creación de un futuro empresarial más resiliente y humano.